La inversión con enfoque de género es un mecanismo efectivo para avanzar hacia la igualdad de género e impulsar el desarrollo económico de la región. Esta es la tesis del Foro GLI Latam, el primer evento en América Latina totalmente enfocado en promover la igualdad de género a través de la inversión que reúne a poderosas voces en el ecosistema de impacto para conectar, explorar soluciones, y catalizar la transformación.
Durante la quinta edición del foro se realizó el panel “Inversión con Propósito: Financiando la igualdad de género” para explorar las últimas tendencias y herramientas en el ámbito de la inversión con enfoque de género. Bajo la moderación de María Laura Tinelli, consultora de Desarrollo de Negocios Estratégicos en Pro Mujer, este espacio resaltó la importancia de catalizar el cambio hacia una inversión más inclusiva.
El panel se nutrió con las intervenciones de Elizabeth Boggs, vicepresidenta del U.S. Development Finance Corporation (DFC); Magdalena Coronel, Chief Investment Officer en BID Lab; Carla Scorza, International Audit Director de Citi Argentina; Maricel Lungarzo, Directora de Banco Comafi; Gonzalo Straface, Director de Articulación Público-Privada de Fondes; y Esteban Gargiulo, Associate, Debt Capital Markets de Banco Galicia.
Invertir en las mujeres continúa siendo un reto en América Latina, ya que sólo el 6% del capital de fondos de inversión está dirigido a empresas lideradas por mujeres (IFC). Sin embargo, invertir con enfoque de género representa una oportunidad económica que podría aumentar el Producto Bruto Interno (PBI) mundial en $28 billones para 2025 (BID). Existen iniciativas como el 2X Challenge que impulsan políticas de igualdad de género en la inversión y financiamiento a empresas lideradas por mujeres.
Elizabeth abrió el panel explicando la tendencia actual de las instituciones en enfocar sus esfuerzos a temas de género y la experiencia de DFC invirtiendo estas instituciones: “El 2X Challenge ha ayudado a elevar la conciencia de negocio y la oportunidad de negocio de la inversión en mujeres, y definitivamente ha creado una dinámica interna importante dentro del DFC donde nuestros oficios de inversión están buscando oportunidades enfocadas en 2X y la inversión de género”.
Además, destacó diferentes estrategias innovadoras para acompañar sus inversiones. Una de ellas es proveer asistencia técnica dirigida a las intermediarias financieras: “Estoy orgullosa de decir que Pro Mujer es nuestro partner clave en este esfuerzo”, dijo Elizabeth. “Esta es una oportunidad para ayudarlos a internalizar la práctica y que puedan desarrollar estrategias que son clave para encontrar estas poblaciones objetivo”.
Desde el punto de vista de Magdalena liderando los esfuerzos de inversión en el BID Lab, la industria del venture capital ha evolucionado en el tema de género. No obstante, la inversión que reciben los emprendimientos liderados por mujeres aún es baja: “La inversión en emprendimientos liderados por mujeres] es muy baja, menos del 20% de la inversión anual en ventura capital,” explicó. “Y eso abre la conversación de cómo hacemos para lograr que ese financiamiento llegue a estas emprendedoras”.
Magdalena señaló tres oportunidades de cambio: Más mujeres tomando decisiones de inversión, acercar líneas de financiamiento con un foco de género, y considerar equipos diversos para generar mejores resultados de impacto a nivel financiero.
Entre algunas de las iniciativas que el BID Lab está encarando para conectar el capital para mujeres que lideran fondos o son emprendedoras, Magdalena mencionó que el 50% de su portafolio consiste en inversiones directas a mujeres liderando compañías. Asimismo, destacó que 70% de los fondos tienen, por lo menos, a una mujer tomando decisiones de inversión.
Desde el punto de vista bancario, Maricel destacó las obligaciones negociables de género como una oportunidad de inversión por las mujeres, mencionando que en 2023, Banco Comafi participó en la emisión de dos bonos de género en Argentina, liderados por Pro Mujer: “Estamos contentos con poder garantizar y dedicarle el esfuerzo a todo este tema que es por donde viene la banda ética y el poder entre todos dedicarnos más a cuidarnos y a tener rentabilidad con un sentido social”, añadió.
Esteban, de Banco Galicia, también contribuyó a la discusión subrayando la situación actual del mercado de capitales en Argentina, la cual describió como incipiente con un nivel de profundidad en crecimiento: “Esto se debe a que aún no hay una cultura generada [en impacto social] en parte por los problemas estructurales de Argentina”, explicó.
Indicó que, aunque actualmente la inversión en impacto puede depender del altruismo y la filantropía, es crucial que se hagan ciertas adecuaciones y se mantenga una estandarización para reducir costos y hacer estos productos más competitivos. “No podemos depender en todo momento de que la inversión de impacto sea exclusivamente por altruismo, especialmente en momentos de economía contractiva, eso desaparece”, concluyó.
Por su parte, Carla reafirmó el compromiso Citi en invertir en iniciativas que generen un impacto en las comunidades. Al ser la primera compañía de Wall Street con una CEO mujer, la junta directiva de Citi está compuesto por un 53% de mujeres, y el 10% de esa directiva es de diversidad racial y étnica: “El hecho de que Citi genere este foco y diversidad en sus equipos hace que nos acerquemos a las comunidades que servimos de manera más directa porque las entendemos mejor”.
En representación del Fondes, un fondo impulsado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para invertir en la economía social, Gonzalo afirmó que el fondo es una oportunidad para que las personas que no tienen acceso a la banca tradicional, especialmente mujeres en situación de pobreza y laborando en la informalidad, puedan obtener financiamiento.
“El Fondes es una herramienta sana en crecimiento que nos falta difusión, y que también salga de la lógica del barrio informal o vulnerable y que llegue a lo que llamamos ciudad formal porque también hay muchos emprendimientos, cooperativas, que necesitan financiamiento”, agregó Gonzalo.
El panel dejó claro que la inversión con enfoque de género es fundamental para promover la igualdad y el desarrollo económico en la región. Una de las principales reflexiones es que no siempre es necesario crear nuevas soluciones desde cero, sino utilizar de manera efectiva las herramientas existentes para movilizar capital hacia proyectos con impacto social. Además, se destacó la importancia de adaptar productos financieros para alcanzar a comunidades desatendidas, asegurando que los beneficios de estas inversiones lleguen a aquellos que más los necesitan.
Para que el mercado de inversiones con enfoque de género crezca y se mantenga, es crucial reducir costos y estructurar productos que sean atractivos y competitivos. La combinación de estrategias, incluyendo la colaboración entre el sector público y privado, será esencial para crear un entorno de inversión sostenible. Este enfoque permitirá que la inversión con perspectiva de género no solo escale, sino que también genere un impacto significativo y duradero.
