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En Bolivia, Pro Mujer y BID Lab apuestan por la economía plateada

La iniciativa ‘Mujeres Plateadas’, de Pro Mujer, fue elegida como una de las seis de Latinoamérica -y la única en Bolivia- que serán financiadas y acompañadas por el programa “Soluciones Plateadas”, liderado por Sparkassenstiftung Alemana Latinoamérica y el Caribe junto al laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID-LAB); con el que buscan potenciar soluciones diseñadas para satisfacer las necesidades financieras específicas de los y las adultas mayores de Latinoamérica.

Con estas, se espera beneficiar alrededor de 300.000 personas entre los 60 y los 70 años de la región mediante programas centrados en la reducción de la brecha digital y la adaptación de la oferta financiera para mejorar y ampliar la inclusión de las personas adultas de más de 60 años, así como programas de sensibilización y concientización sobre prácticas financieras diseñadas especialmente para este segmento de la población.

En total, las instituciones eligieron seis propuestas de 114 postulantes de 19 países, entre fintech, organismos especializados, empresas emergentes e instituciones financieras de toda la región. 

Con un presupuesto total de USD 129 mil, el proyecto que desarrollará Pro Mujer impactará a mil mujeres, empoderándolas para que accedan y usen los servicios financieros de cajas de ahorro y banca digital con acompañamiento en alfabetización digital y financiera.

Como prioridad para Pro Mujer, el proyecto está planteado en cinco momentos que buscan ofrecer un servicio holístico e integral a las 1.000 mujeres que son su población objetivo en Bolivia, y que hacen parte de la Fundación Pro Mujer IFD y otras organizaciones sociales identificadas, como la Casa del Adulto Mayor y la Universidad del Adulto Mayor. Las etapa son:

  • Realizar un estudio sobre el arquetipo de la clienta adulta mayor de Pro Mujer para conocer las características, necesidades, motivaciones y frustraciones de esta población.
  • Fortalecer las cajas de ahorro y banca digital de Pro Mujer con un diseño inclusivo para población adulta mayor.
  • Establecer el canal de pago de renta Dignidad y de jubilación en Pro Mujer.
  • Brindar alfabetización digital y financiera para personas adultas mayores con personalización y acompañamiento. 
  • Brindar asesoría técnica para los emprendimientos plateados.

“En Bolivia y América Latina son escasas las entidades o proyectos de inclusión financiera que basen su trabajo en un modelo holístico o integral. Esto significa que se debe considerar la inclusión financiera como un desafío que va más allá de la otorgación de créditos”, explica Marcelo Mallea, gerente general de Pro Mujer en Bolivia.

“Pocas son las iniciativas que conciben a los créditos como un medio para generar condiciones donde las mujeres ejerzan sus derechos de igualdad y oportunidades”, agrega Cecilia Gumucio, gerente de Operaciones de Pro Mujer en el mismo país.

¿Por qué la Economía Plateada?

El mundo está envejeciendo rápidamente, y Latinoamérica y el Caribe mucho más. En esta región, según estimaciones de la ONU, las personas mayores de 65 años pasarán de ser el 9% al 19% de la población para el 2050; y, para el 2090, esta será la región con el porcentaje de adultos mayores de 60 años más alto del mundo, con más del 36% (BID).

Con esto, vendrán cambios en los hábitos de consumo y en sectores como la vivienda, la infraestructura urbana, los servicios de cuidado y de salud, el entretenimiento, etc. Todo esto representa nuevas oportunidades económicas, pero también determina la urgencia de que América Latina empiece a planear para integrar lo que propone la Economía Plateada -esa parte de la economía global cuyo enfoque se centra en las necesidades y demandas de los adultos mayores- en todos sus sistemas, incluido el financiero.

Se estima que del total del crecimiento del consumo en las ciudades del Noreste de Asia y en Europa Occidental entre 2015 y 2030, casi el 60% provendrá de los adultos mayores de 60 años. En América Latina y el Caribe la misma cifra es del 30% y las proyecciones muestran que irá en aumento (BID).

Con este alto porcentaje del crecimiento de consumo -y, por lo tanto, del movimiento de la economía- centrado en una población etaria, se hace imprescindible que los productos y servicios financieros disponibles para estas personas se muevan a la par.

Hasta ahora, el acceso al crédito es un desafío para la población mayor, pues no existen políticas en las instituciones financieras, hay pocas garantías para los préstamos, hay una creciente migración de las instituciones financieras hacia plataformas digitales (muchas veces poco amigables con las personas mayores) y, a medida que las personas envejecen, se vuelven menos solventes, especialmente aquellas que vivieron siempre en condiciones de precariedad.

Y aquí entra a relucir la importancia de la inversión con enfoque de género.

Hoy en día hay, en América Latina y el Caribe, viven 8 millones más de mujeres que de hombres mayores de 60 años, diferencia de género que se expande a medida que se consideran poblaciones de mayor edad: entre los adultos mayores de 80 años, el 62% son mujeres (BID).

Y no solo eso. Dentro del fenómeno de la “feminización” del envejecimiento (que empieza por el hecho de que las mujeres, en promedio, vivan cinco años más que los hombres), también se debe tener en cuenta las implicaciones que este tiene para la equidad entre clases socioeconómicas y entre generaciones; así como la distribución inequitativa de las labores de cuidado que recae principalmente en las mujeres.

Por esto, la Economía Plateada se ha convertido en uno de los objetivos de Pro Mujer en Bolivia, país en el que el 70% de las 122 mil personas que se atienden anualmente son mujeres. En sus más de 30 años, la organización ha adaptado servicios y productos con una perspectiva de género, basados en el ejercicio de los derechos, la atención a las necesidades de las mujeres de diferentes grupos etarios y la solución a sus desafíos.

Con el proyecto ‘Mujeres Plateadas’, reafirmamos nuestro compromiso con la igualdad de género y la calidad de vida de las mujeres de toda la región.

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