Teresita, una emprendedora de Yucatán que se dedica a la crianza y cuidado de las abejas meliponas, encontró en Pro Mujer una oportunidad de crecimiento y una red de apoyo. Como meliponicultora, Teresita se dedica a la cosecha de la miel y la transforma en productos como jabones, champú, y cremas. Gracias al acceso a microcréditos y los programas de capacitación empresarial que ofrece Pro Mujer, Teresita y el resto de las mujeres de su cooperativa pudieron fortalecer sus emprendimientos y alcanzar la autonomía económica.
A pesar del éxito de historias como la de Teresita, la realidad de las emprendedoras mexicanas es distinta. Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), 5 millones de emprendedoras trabajan en la informalidad y 36% reportan la falta de financiación como principal barrera para crecer sus negocios.
Ante esta realidad, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y Pro Mujer formalizaron un acuerdo de colaboración para promover la autonomía y el empoderamiento económico de las mujeres. Esta poderosa alianza se enfoca principalmente en las regiones centro y sur del país, donde las mujeres enfrentan mayores dificultados para acceder a productos financieros, con brechas de género de 53,1% en el centro-sur y 57,7% en el sureste (ENIF).
El acuerdo de colaboración entre Inmujeres y Pro Mujer tiene como principal objetivo fortalecer las estrategias de autonomía económica de las mujeres, proporcionándoles herramientas financieras y de emprendimiento que se ajusten a sus necesidades. Asimismo, tiene como meta facilitar el intercambio de información con el fin de analizar resultados, identificar prácticas exitosas y formular recomendaciones para futuras acciones.
Este compromiso se materializa a través del modelo híbrido de Emprende Pro Mujer, nuestra plataforma de capacitación emprendedora, que apoya a las mujeres indígenas, rurales y en situación de vulnerabilidad que lideran actividades productivas. Desde su lanzamiento en 2022, hemos impactado a más de 4.650 mujeres en México, Guatemala, El Salvador y Honduras.
El impacto del programa en la región reflejar el poder transformador de invertir en las herramientas necesarias para que las emprendedoras, como Teresita y el resto de las mujeres en su cooperativa, puedan alcanzar la autonomía económica y contribuyan al desarrollo sostenible de sus comunidades. Gracias a alianzas estratégicas como la de Inmujeres que continuamos trabajando para que las emprendedoras mexicanas alcancen su máximo potencial.