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Rompiendo la brecha digital: La tecnología como herramienta para la igualdad

América Latina ocupa el cuarto lugar mundial en penetración de internet; sin embargo, el 33% de su población aún no tiene acceso a este servicio vital (CEPAL). Esta disparidad se agrava cuando consideramos la brecha digital de género. Según datos de las Naciones Unidas, 4 de cada 10 mujeres en la región —más de 89 millones— no están conectadas o no pueden costear el acceso a internet.

Más allá de las limitaciones económicas, la brecha de género en el ámbito digital también se debe a la falta de conocimientos y habilidades necesarias. En México, por ejemplo, el 63% de las mujeres que no utilizan internet afirman que su principal barrera es la falta de conocimientos necesarios (ONU).

Ante este panorama, el panel Rompiendo la brecha digital: La tecnología como herramienta para la igualdad planteó una pregunta central: ¿Cómo puede el acceso a la tecnología ayudar a cerrar estas brechas de desigualdad?

Moderado por Estefanía Pozzo, Editor in Chief del Buenos Aires Herald, este panel reunió a voces influyentes en la intersección de la tecnología y la equidad laboral para explorar estrategias para garantizar la inclusión de todas las personas en la era digital. 

En el panel participó Samantha Hennessey, Local Social Responsibility Lead en Google.org Americas; Laura Reyna, Public Policy Manager Latam en TikTok; Guadalupe Marín, Sustainability Director for Latin America en Mercado Libre; Danielle Almeida, Directora de Programa y Relaciones Internacionales en Preta Hub; y Payal Pathak, Program Officer en Visa Foundation. 

Estefanía abrió el espacio de discusión resaltando un dato del Foro Económico Mundial: En 2023, América Latina fue una de las regiones que más había avanzado en materia de equidad de género. Sin embargo, el desafío actual para la región es incrementar la participación de las mujeres en puestos remunerados en la industria tecnológica. Según datos de la CEPAL, el sector de tecnologías de la información y la comunicación representa apenas el 0,9% del empleo femenino en la región. 

Así, para mejorar el mercado laboral y aprovechar una significativa oportunidad de crecimiento económico para la región, reducir la brecha digital de género en América Latina representa uno de los retos actuales de mayor importancia. Pero, debido al rápido avance de la economía digital, existe el riesgo real de dejar atrás a millones de mujeres si no se toman medidas inclusivas

Ante esta realidad, Guadalupe resaltó los resultados que han obtenido trabajando en pro de la inclusión financiera y digital de las mujeres en la región: “Llevamos adelante un programa con Pro Mujer, que es Emprende Pro Mujer, donde acompañamos a las mujeres que operan con Mercado Pago a desarrollar sus habilidades emprendedoras y financieras”. Este programa ha capacitado a más de 150.000 mujeres desde su lanzamiento, un aporte significativo para ayudar a cerrar la brecha digital a la que se enfrentan.

“Esta transformación no solo mejora la eficiencia y expansión de las empresas, sino que también asegura que las mujeres tengan un papel protagonista en la nueva economía digital”, enfatizó Payal Pathak, de Visa Foundation, subrayando la importancia de una integración inclusiva en todos los niveles de la actividad empresarial.

La iniciativa utiliza un enfoque integrado que combina acceso a créditos con formación empresarial, pero como menciona la ponente, la sola tecnología sin sesgo no es suficiente para superar las desventajas sistémicas de las mujeres. Si no se generan soluciones al core del negocio, no existe un impacto escalable para cerrar las brechas de desigualdad. 

Pathak, además, destacó otras herramientas digitales y programas que potencian el acceso a capital. Explicó que los esfuerzos de la organización se categorizan en tres niveles: A través del apoyo a organizaciones y gestores de fondos, del desarrollo de plataformas para educación y acceso financiero, y del escalado de operaciones mediante tecnologías digitales. 

El sistema financiero, la tecnología  y las oportunidades en el mercado digital

Para proponer soluciones tangibles que rompan la brecha digital de género en la región, es necesario reconocer los desafíos actuales en el ecosistema. En su experiencia en Google liderando esfuerzos de responsabilidad social en las Américas, Samantha explicó que uno de los mayores retos es la falta de financiamiento en género: “Menos del 2% del financiamiento filantrópico global está enfocado en mujeres y niñas. El reto no es encontrar la solución, sino esforzarnos más para brindar financiamiento en estas áreas”, dijo durante su intervención. 

Es por eso que Google.org, brazo filantrópico de la empresa tecnológica, se enfoca en apoyar proyectos que impulsen el desarrollo integral de las mujeres de la región. Este año, Google.org otorgó un donativo a Pro Mujer para impulsar el desarrollo de más de 250 emprendedoras salvadoreñas en el marco de la inauguración de sus oficinas en El Salvador. 

Samantha añadió que más allá del financiamiento, es crucial trabajar en colaboración con el sector público: “Por ejemplo, este año estuve en México con Carmen de Pro Mujer, anunciando 10 millones de dólares en financiamiento para apoyar su acceso a capital y habilidades digitales junto con el Ministerio de Economía de México” comentó. “Si realmente queremos resolver estos problemas, necesitamos trabajar de manera colaborativa con los gobiernos”. 

Esta brecha, incluso, se evidencia en las preferencias -y posibilidades- que tienen las mujeres a la hora de hacer transacciones: “Hay una diferencia de tres puntos entre hombres y mujeres utilizando medios digitales para pagar. Eso es una muestra del negocio donde se ve reflejada esa brecha y tiene un correlato con la falta de habilidades digitales en las mujeres”, comentó Guadalupe Marín, de Mercado Libre. 

Con todo esto, es indispensable entender la tecnología como un medio para incentivar mayores oportunidades y habilitar nuevos mercados, que presenta retos más allá de la exposición en redes sociales o la implementación de pago digital. Laura, de TikTok, destacó la capacidad de esta plataforma para servir como una herramienta poderosa para las emprendedoras: “La diferencia de ser una emprendedora es que te lleva a otro lugar, a una libertad que te permite tomar decisiones, que te permite dejar al marido, que te permite tomar la decisión de renunciar al trabajo donde no te está yendo bien por diferentes razones. Y creo que la tecnología puede ayudar a todas estas mujeres a hacer eso más sencillo”. 

Y, finalmente, ninguna estrategia de inclusión está completa sin un enfoque interseccional. Elaborar estrategias para cerrar la brecha digital requiere reconocer que esta desigualdad impacta desproporcionadamente a mujeres afrodescendientes, rurales, en situación de pobreza y de pueblos originarios. Danielle, desde Afrolab -programa que potencia los negocios de afrodescendientes e indígenas en Brasil, y que ya ha impactado positivamente a 3.000 personas-, expandió en el uso de la tecnología para capacitar a las emprendedoras a construir y vender productos con la valorización de sus identidades, pensándolo, en sus palabras, desde una perspectiva de cooperación a partir de la dignidad pero también del avance económico para empresas y para la sociedad civil. 

“En este foro estamos hablando mucho de la perspectiva de emprendimientos de mujeres, del liderazgo de mujeres, de la emancipación de mujeres, pero es fundamental que lo hagamos desde una perspectiva de la imbricación o intersección con raza, porque las mujeres indígenas y negras son las más vulnerables, son las mayores víctimas de violencia doméstica y la violencia también en la vida cotidiana”, expresó Danielle, y añadió que “Son las mujeres más empobrecidas y que por su propia condición tienen menos acceso a los créditos quienes tienen menos acceso a la seguridad, a salud y también, por supuesto, al desarrollo de sus emprendimientos”. Realidad que se evidencia en el hecho de que en Brasil -segundo país en el mundo en población afro- la mitad de las mujeres negras de trabajan en el sector informal y ganan un 44% menos que los hombres blancos; y el 47% de las emprendedoras son negras, según datos del Fundo Agbara.

Para terminar, este panel destacó tres pilares fundamentales que son críticos para avanzar hacia la igualdad de género en el ámbito digital: la colaboración y el networking, la autonomía económica, y la importancia del cuidado y la educación. La colaboración se revela como la columna vertebral de nuestros esfuerzos, mostrando que las sinergias entre diversos actores pueden acelerar cambios significativos y amplificar los resultados. 

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