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OSF – USAID | Mujeres migrantes venezolanas en Colombia: Emprendimiento y resiliencia en medio de desafíos

Por | Oportunidades Sin Fronteras – USAID

La migración es un fenómeno global que ha moldeado sociedades y economías a lo largo de la historia. En la actualidad, el flujo migratorio desde Venezuela hacia Colombia se ha destacado por su magnitud y su impacto transformador, especialmente en términos de la creciente feminización de los desplazamientos. Según cifras oficiales de Migración Colombia, para agosto de 2023, el número de personas migrantes desde Venezuela en el territorio colombiano fue de 2.875.743, de los cuales el 52% son mujeres. Así mismo, las mujeres migrantes registraron una tasa de desempleo de 29,2 % en comparación con el 14,9 % para los hombres migrantes (Ministerio del Trabajo, 2023).

Este artículo se adentrará en el papel crucial de las mujeres migrantes venezolanas como emprendedoras y agentes de cambio en Colombia, examinando sus desafíos, oportunidades y el trabajo del proyecto Oportunidades Sin Fronteras (OSF) de USAID en el desarrollo de sus capacidades y en la promoción de su autonomía económica. 

Desafíos de las mujeres migrantes emprendedoras en Colombia

Las mujeres migrantes emprendedoras enfrentan una serie de desafíos y obstáculos significativos en su camino hacia el establecimiento de negocios en Colombia. Desde barreras culturales, dificultades para acceder a servicios públicos, separación de la familia, hasta la falta de acceso a financiamiento y recursos. Según el informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM, 2022), América Latina es considerada la región con la mayor tasa de actividad emprendedora en etapas tempranas por parte de mujeres. Su motivación principal tiene que ver con la generación de ingresos a través de negocios que les permita una mayor autonomía económica y equilibrio con su vida personal y familiar.

El GEM Colombia (2023) menciona que en los últimos cuatro años este comportamiento en el país continúa siendo dispar, manteniendo una diferencia de cerca de cuatro puntos porcentuales. De la misma manera ocurre en el caso de la actividad empresarial ya establecida, donde si bien existen cambios en el comportamiento, los porcentajes entre la posibilidad de consolidación y sostenibilidad de negocios por parte de mujeres está por debajo de los hombres entre 1 y 3 puntos porcentuales, denotando que la brecha de género en el afianzamiento de negocios se mantiene.

La sostenibilidad de los negocios liderados por mujeres (incluyendo mujeres migrantes) es más baja que la de los hombres, especialmente en emprendimientos que nacen impulsados por una oportunidad de mercado. Esto se debe, entre otras razones, a limitados conocimientos y habilidades STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), la necesidad de desarrollo de competencias con enfoque de género, mentalidad y cultura emprendedora y acceso a redes de networking. También al bajo acceso a financiamiento o la posibilidad de llegar a fases de levantamiento de inversión o capital, donde según BID Invest, aproximadamente el 73% de las pequeñas y medianas empresas lideradas por mujeres en América Latina no tienen acceso a financiamiento.

Adicionalmente, la caracterización de emprendimientos liderados por población migrante venezolana, colombiana retornada y comunidades en Colombia realizada por el Proyecto Oportunidades Sin Fronteras de USAID e iNNpulsa Colombia, que involucró la realización de encuestas a un total de 10.759 emprendedores(as), permitió obtener información precisa y detallada sobre las características de los negocios liderados por la población, así como su situación migratoria y las condiciones en las que desarrollan sus negocios. 

El análisis de los datos obtenidos reveló la persistencia de la vulnerabilidad socioeconómica entre las mujeres migrantes emprendedoras encuestadas. El 77% de los emprendimientos que participaron en la encuesta son liderados por mujeres, y de ellas, el 56% son jefas de hogar. Esta cifra resalta la importante contribución de las mujeres migrantes como motor del emprendimiento y sostén económico de sus hogares, afrontando retos adicionales en su rol como líderesas empresariales y responsables del cuidado familiar. Una de las brechas significativas encontradas está relacionada con la generación de ventas, entendiendo que los emprendimientos liderados por hombres migrantes registraron ventas anuales mayores en un 30% que las ventas reportadas por las mujeres, y en términos de utilidades anuales, los hombres logran alcanzar tres puntos porcentuales adicionales que los emprendimientos liderados por mujeres migrantes.

En este sentido, es necesario abordar las desigualdades de género entre las personas migrantes y colombianas retornadas emprendedoras y, brindar oportunidades equitativas para que las mujeres puedan acceder a recursos y financiamiento, siendo esta una de las principales barreras. Por lo anterior, es fundamental impulsar el reconocimiento de los sesgos de género al interior de los actores del sistema crediticio/financiero y promover mecanismos que logren mayor inclusión para las mujeres.

En el campo laboral, las mujeres migrantes venezolanas cuentan con barreras adicionales en comparación con la población colombiana, pues se enfrentan a trabajos menos cualificados y con menor remuneración, sumado a la sobrecarga de trabajos de cuidado no remunerado, por su limitada red de apoyo. En cuanto a los asuntos de cuidado, se cree erróneamente que las mujeres son menos productivas por su rol de madre y el tiempo que dedican a sus hijos e hijas, lo cual limita su acceso a empleos mejor remunerados, aumenta su dependencia económica y, mantiene las brechas de género y violencias basadas en género (DNP, USAID; 2022). 

La apuesta del Proyecto Oportunidades Sin Fronteras (OSF)

Aunque Colombia ha dado pasos positivos para dar la bienvenida a las personas migrantes y formalizar su estatus, aún quedan desafíos importantes para avanzar en su integración socioeconómica, y aún más si se analiza con un lente de género y sistémico. Por lo anterior, en 2022 USAID lanzó el Proyecto Oportunidades Sin Fronteras (OSF), en el marco de su portafolio “Venezuela Respuesta e Integración”, con el fin de mejorar la inclusión social y económica de la población migrante y colombiana, y así contribuir en la generación de confianza, la cohesión social, el posicionamiento de la migración como un factor positivo / oportunidad, el desarrollo sostenible y la competitividad económica del país.  

OSF trabaja en las principales ciudades de Colombia y sus áreas metropolitanas (Barranquilla, Bogotá, Cali, Cúcuta, Medellín, Riohacha, Bucaramanga, Cartagena y Santa Marta), fomentando el empleo formal y oportunidades empresariales para personas migrantes y sus comunidades receptoras. Para el fortalecimiento de los emprendimientos, OSF cuenta con una estrategia que brinda apoyo integral a mujeres emprendedoras migrantes, ofreciendo capacitación, asistencia técnica, sofisticación de producto, conexión con el mercado y acceso a capital financiero, esto con el fin de generar en ellas mayor autonomía en el desarrollo de sus capacidades. 

En este marco, OSF implementa acciones encaminadas al establecimiento procesos de incubación, aceleración e inversión, redes de mentores y coaching para los emprendimientos que sean parte de sus rutas de intervención. 

Estudio de caso: Ana Karina y su emprendimiento en Riohacha

Ana Karina, migrante venezolana y lideresa empresarial en Riohacha, ejemplifica el potencial transformador de las mujeres migrantes en Colombia. Reparte su tiempo entre el cuidado de sus hijos e hijas, las acciones sociales en pro de personas vulnerables y su negocio. Es representante legal de la Fundación Venezuela en Acción Colombia y propietaria del emprendimiento Dulces de Anita. Desde su llegada a Colombia en 2019, a pesar de enfrentar situaciones adversas, ha demostrado una notable resiliencia y determinación para prosperar en su nuevo entorno. Ana Karina, una mujer resiliente y empoderada con un sentido social inquebrantable, ha sido capaz de cambiar su historia de vida y la de su familia. Inició a escribir su propia historia en Riohacha (La Guajira), cuando decidió recuperar las recetas de sus tías para hacer las tortas que vendía en la esquina de su casa y aportar económicamente a su hogar. Al mismo tiempo, buscaba apoyo para sus compatriotas que vivían en condiciones de calle. Tiempo después, con el apoyo de varias entidades locales e internacionales con presencia en Riohacha, logró regular la residencia en Colombia de toda su familia, y creó una fundación junto a otros colegas. A la fecha han apoyado a más de 300 personas. Así, se convirtió en lideresa en la Guajira y además formalizó su emprendimiento de repostería, que le asegura ingresos para el sustento de su familia y hogar.  Con el respaldo del proyecto OSF, ha recibido formación en temas de costeo y fijación de precio de ventas, educación financiera, enfoque de género e inclusión social – GESI, marketing digital y posicionamiento de marca. Ana Karina ha fortalecido su negocio y su capacidad de liderazgo, destacándose como un modelo inspirador de empoderamiento femenino y superación personal. Su emprendimiento, Dulces de Anita, no solo le proporciona ingresos para sostener a su familia, sino que también contribuye al bienestar de su comunidad a través de acciones sociales y apoyo a personas vulnerables.

Resultados y recomendaciones de OSF

A corte de diciembre 2023, en un año de operación, el proyecto ha reportado en la estrategia de emprendimiento y empleabilidad los siguientes resultados:

  • 566 mujeres migrantes venezolanas han recibido capitalización para su emprendimiento, quienes se encuentran ubicadas, principalmente, en Cartagena (22,4%), Bucaramanga (17,3%), Cali (15%) y Barranquilla (11%).
  • 514 mujeres emprendedoras migrantes tienen hijos(as) y 353 son jefas de hogar.
  • Los principales sectores económicos de los emprendimientos liderados por mujeres son alimentos y bebidas (38%), salud y belleza (16,6%) y comercio (13,6%).
  • 2.870 mujeres migrantes venezolanas han accedido a servicios financieros de ahorro, créditos y transferencias en el proyecto OSF.
  • 8 socios, actores integradores en territorio, han apoyado el fortalecimiento de emprendimientos de mujeres: Cámara de Comercio de Cartagena, Universidad del Norte, Congregación Mariana, Corporación de Desarrollo Productivo, Interactuar, Corporación Organización Minuto de Dios y Fundemicromag.
  • 1.142 mujeres migrantes venezolanas cuentan con empleo formal. 
  • 659 mujeres migrantes con vinculación laboral son jefas del hogar y 453 tienen responsabilidades de cuidado en su hogar.

Conclusiones

A pesar de los desafíos, muchas mujeres migrantes venezolanas demuestran una notable capacidad para innovar y generar recursos en entornos empresariales diversos. Una de las características distintivas de las mujeres emprendedoras migrantes es su capacidad para integrar elementos de su cultura de origen en sus negocios. Al hacerlo, no solo preservan su identidad cultural, sino que también enriquecen la oferta empresarial local y promueven la diversidad cultural. Esta capacidad de fusionar lo viejo con lo nuevo, lo familiar con lo desconocido, es una fuerza motriz para la innovación y el crecimiento económico en las comunidades de acogida.

El impacto transformador de las mujeres emprendedoras migrantes es innegable. Estas mujeres no solo generan empleo, impulsan la innovación y promueven el crecimiento económico en sus comunidades de acogida. Además de su impacto económico, también desempeñan un papel crucial en la promoción del cambio social y el empoderamiento de otras mujeres. Actúan como modelos a seguir y se convierten en mentoras para otras mujeres migrantes, retornadas o colombianas que aspiran a emprender, desafiando los estereotipos de género arraigados y demostrando el potencial ilimitado de las mujeres en el ámbito empresarial. Sin embargo, para que estas mujeres puedan alcanzar su máximo potencial, es fundamental que cuenten con el apoyo y los recursos necesarios para hacer crecer sus negocios y contribuir al desarrollo sostenible de sus comunidades. Asimismo, es fundamental diseñar planes de carrera que promuevan la igualdad de oportunidades de formación y desarrollo profesional entre hombres y mujeres, así como generar condiciones laborales adecuadas que garanticen el bienestar y la seguridad de las mujeres en el lugar de trabajo.  

También, es fundamental el rol de las entidades de gobierno y la articulación con organizaciones, instituciones y sectores económicos para impulsar programas que fortalezcan el crecimiento, la autonomía económica y la sostenibilidad de los negocios de las mujeres. El Gobierno y las entidades desempeñan un papel crucial en la creación de un entorno favorable para el fortalecimiento de los emprendimientos con enfoque de género de las mujeres migrantes en Colombia, es fundamental impulsar programas que fortalezcan el crecimiento, la autonomía económica y la sostenibilidad de los negocios de las mujeres, contribuyendo así al empoderamiento económico y social de todas.

Proyecto Oportunidades Sin Fronteras de USAID

VRI/Venezuela Respuesta e Integración 

Para mayor información: oportunidades@colombiavri.org

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