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BID | Empoderando a las visionarias: integrando perspectiva de género en programas de apoyo al emprendimiento digital en América Latina

Por | Gina Cárdenas y Matteo Grazzi 
División de Competitividad, Tecnología e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

En América Latina persiste una gran disparidad entre mujeres y hombres en el ámbito STEM, áreas fundamentales para la innovación y la productividad. Aunque las mujeres han logrado avances significativos en su participación en los niveles más altos de educación, todavía están subrepresentadas en estos campos. Este problema se agudiza en los niveles más altos de las jerarquías académicas y profesionales, así como en el sector privado. Por ejemplo, la proporción de mujeres investigadoras en ingeniería y tecnología varía del 20% en Perú, 26% en Colombia y 38% en Uruguay.  Esta brecha se extiende al ámbito del emprendimiento digital e innovador, donde las mujeres enfrentan desafíos constantes para acceder a recursos y oportunidades. Como resultado, apenas el 5% de las startups en la región son fundadas únicamente por mujeres, en contraste con el 85% fundadas solo por hombres

Esta situación es el resultado de todo un conjunto de factores. En primer lugar, los estereotipos de género siguen siendo una barrera significativa para las mujeres en los sectores tecnológicos y empresariales. Por ejemplo, investigaciones recientes han demostrado que estos estereotipos están todavía muy presentes en nuestras sociedades, incluso entre los más jóvenes. Menos del 5% de los estudiantes de escuela secundaria consideran que es apropiado que las mujeres trabajen en campos STEM considerados de ciencia dura (tales como ciencias exactas, ingenierías o ciencias computacionales), en comparación con más del 50% que lo consideran apropiado para los hombres. Además, las dificultades para conciliar las carreras profesionales con las responsabilidades no remuneradas de cuidado y trabajo doméstico, la falta de modelos o mentoras femeninas en estos campos, y los sesgos en el diseño y la implementación de programas de apoyo al emprendimiento también contribuyen a esta disparidad. 

En general, las mujeres en la región suelen tener menos información sobre las oportunidades reales de financiación de sus ideas de emprendimientos tecnológicos y perciben que los evaluadores de sus propuestas son más incisivos con ellas en cuestiones de riesgo, lo que resulta en la relegación de las oportunidades de crecimiento de sus negocios a un segundo plano. Esta percepción se ve respaldada por datos concretos: hasta la fecha, solo el 2% de los emprendimientos tecnológicos que han recibido financiamiento institucional provienen de equipos formados únicamente por mujeres, en comparación con el 69% cuando se trata de equipos masculinos. Así, no es sorprendente que los propietarios de empresas tiendan a preferir hombres sobre mujeres para ocupar puestos de alta dirección, dado que los mercados financieros dificultan que las mujeres obtengan financiamiento para sus proyectos.

Desde el BID, estamos comprometidos a transformar esta realidad. Por ejemplo, desde 2013, nuestra plataforma WeXchange ha sido un motor para estimular el potencial de crecimiento de las emprendedoras STEM de la región. A través de un foro anual, proporcionamos a las emprendedoras oportunidades de networking, acceso a mentores e inversionistas, y capacitación especializada. También estamos conscientes de que la integración efectiva de la perspectiva de género en el diseño y la implementación de los programas de apoyo al emprendimiento no es tarea fácil. Por eso, en 2023 lanzamos dos programas piloto de incubación enfocados en emprendedoras digitales, para generar conocimiento concreto y accionable sobre el tema y contribuir a derribar barreras y allanar el camino hacia un futuro donde el liderazgo femenino en el emprendimiento digital sea la norma, en igualdad de condiciones con los hombres.

Transformando la Experiencia Emprendedora en Uruguay

En Uruguay nos aliamos con la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y el Gender Knowledge Lab de Promujer para reimaginar cómo integrar, por primera vez, la perspectiva de género en su programa insignia, Experiencia Emprendedora. Para ello, curamos meticulosamente contenido y lenguaje asociado al programa y sus cursos de formación, con enfoque de género. También realizamos talleres especializados de capacitación y sensibilización para diversas audiencias y proporcionamos apoyo personalizado a 15 startups digitales lideradas por mujeres, empoderándolas para que puedan florecer como empresas innovadoras, dinámicas y escalables. 

FemLab – Elevando el emprendimiento femenino con actitud tech en Perú

Por otro lado, en Perú, con UTEC Ventures (el Centro de Emprendimiento e Innovación de la Universidad de Ingeniería y Tecnología, UTEC) y el Programa Nacional de Desarrollo Tecnológico e Innovación (Proinnóvate) lanzamos FemLab, un programa piloto de incubación para mujeres fundadoras de startups en Perú. Con más de 170 solicitudes provenientes de 7 regiones del país, seleccionamos a 16 emprendedoras para embarcarse en un viaje único de 9 semanas enfocadas en pitch training, liderazgo, desarrollo de producto y finanzas para startups, que incluyó orientación técnica, mentorías personalizadas, networking con inversores, charlas de expertos del ecosistema y más. El piloto concluyó con éxito en noviembre de 2023, pero su impacto y legado continúan resonando en la comunidad. 

Lo que aprendimos para seguir mejorando

Hemos extraídos valiosas lecciones de estas experiencias para impulsar ecosistemas de emprendimiento digital e innovador inclusivos:

  1. Comunicación inclusiva y efectiva: Es fundamental que la comunicación del programa sea clara, directa y empática, conscientemente pensada en llegar a las mujeres emprendedoras. La curaduría meticulosa de mensajes, imágenes y referencias garantiza que se sientan identificadas y apoyadas.
  2. Inclusión de referentes femeninos y aliados: Contar con la participación activa de mujeres fundadoras e inversoras exitosas, así como de hombres aliados, enriquece la experiencia y ofrece perspectivas diversas. La diversidad de voces en talleres y paneles crea un ambiente inclusivo y representativo. Además, las brechas de género son sistémicas y requieren el involucramiento de todos los actores del ecosistema, no solo de las mujeres emprendedoras.
  3. Abordaje directo de la brecha de género: Es necesario destacar y abordar de manera directa la problemática de la brecha de género, centrándose en los desafíos específicos que enfrentan las emprendedoras en su camino hacia el éxito. Cada fase del programa de incubación debe abordar esas necesidades desde una perspectiva de género. 
  4. Adaptabilidad y facilidades para la participación: Si bien la virtualidad ofrece flexibilidad, es esencial ofrecer facilidades adicionales para aquellas mujeres emprendedoras que enfrentan limitaciones de tiempo o ubicación, así como responsabilidades de cuidado. La cobertura de gastos de traslado, hospedaje y acceso a servicios de cuidado infantil en eventos presenciales puede facilitar su participación y contribuir a una mayor inclusión.
  5. Diseño centrado en las emprendedoras: El programa debe ser diseñado pensando en las necesidades y responsabilidades específicas de las emprendedoras, priorizando horarios flexibles y ofreciendo opciones de grabación de sesiones para su conveniencia. La inclusión de las emprendedoras en la toma de decisiones demuestra un compromiso genuino con su bienestar y éxito.

Empoderemos a las visionarias de América Latina y construyamos juntos un presente donde los ecosistemas de emprendimiento digital e innovador sean inclusivos para todos y todas.

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