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San Valentín y los estereotipos de género: Desafiando las narrativas tradicionales del amor

Por | Carmen Correa

Todos los años, para muchas personas, el 14 de febrero, conocido como “San Valentín: el día de los enamorados”, empiezan a escucharse las típicas declaraciones de amor como “Me moriría por ti, siempre serás mía”. Este tipo de frases propone un ideal de amor único y eterno, pero que también implica posesión, sacrificio, abnegación y una entrega total a la pareja.

Estas representaciones del amor son culturales e históricas y se reproducen a través de películas, series, canciones, publicidades y otras cosas que consumimos. El modelo del amor romántico que promueven, contribuye a reproducir la creencia de que una mujer no es realmente feliz hasta encontrar a un hombre que complemente su vida.

El festejo de San Valentín es un ítem más en la lista de elementos de nuestra cultura basados en la reproducción de roles de género. Si queremos lograr una celebración más igualitaria, podemos comenzar por cuestionar mensajes y representaciones mediáticas que refuercen roles tradicionales.

El amor se presenta de múltiples formas y tensionar nuestros vínculos para intentar reproducir el ideal romántico puede restringir nuestras libertades y generar distintos tipos de violencia basada en género. Es necesario resaltar que son las mujeres y diversidades las que quedan en un lugar de inferioridad en este tipo de relaciones, lo que afecta sus derechos. Muestra de ello es que, en 2022, 5 mujeres fueron asesinadas por hora a manos de sus parejas o exparejas, según los datos recabados por ONU Mujeres.

Con este panorama, se hace evidente que es necesario replantear nuestros vínculos afectivos hacia relaciones más equitativas y que tengan el consenso y el diálogo como pilares fundamentales. Es importante que a las mujeres se nos permita construir la propia autonomía, nuestros propios sentires, necesidades, gustos y deseos. El placer reivindicar nuestro derecho a vivir una vida plena.

El amor romántico reproduce roles tradicionales de género donde las mujeres por ser mujeres deben hacer y comportarse de cierta forma y los hombres de otra.

En las relaciones de pareja, es importante tener una comunicación abierta todavía persisten ciertos mandatos sociales que las relegan al ámbito doméstico y de la crianza de los hijos y que las hacen depender de sus maridos para su sustento. Se calcula que las mujeres dedican entre 22 y 42 horas semanales a hacerse cargo de niños o adultos mayores, lo que supone, en promedio, un peso de hasta tres veces más que los hombres, de acuerdo con la CEPAL.

Teniendo en cuenta esta disparidad existente en muchas relaciones heteronormativas, ¿por qué no hacer regalos de San Valentín que rompan con los estereotipos de género? Hacer un plan para distribuir las tareas de cuidado (planchar, lavar,  limpiar, cuidar de niños/as, hacer las compras, entre otras) de manera igualitaria, darle valor al proyecto de vida de tu pareja, liberar a las mujeres de quehaceres para que tenga más tiempo de ocio o regalar actividades para fomentar el desarrollo de ellas pueden ser más significativos que cualquier otro obsequio.

En Pro Mujer, creemos firmemente que las mujeres poseen un inmenso poder como catalizadoras del cambio cuando están equipadas con las herramientas adecuadas. Al proporcionarles oportunidades y entornos propicios las empoderamos para que liberen su potencial e impulsen transformaciones a su alrededor. Una parte importante de estos entornos favorables son los vínculos en los que las mujeres están involucradas. Que estas relaciones sean de respeto, confianza e igualdad es clave para su crecimiento.

Carmen Correa, 

CEO de Pro Mujer.

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