La violencia de género continúa siendo una realidad alarmante. A nivel global, casi 89.000 mujeres y niñas fueron asesinadas en 2022, la cifra anual más alta de las dos últimas décadas. El 55% de los asesinatos de mujeres fue cometido por parejas o familiares, y un promedio de 133 mujeres o niñas fueron asesinadas diariamente por alguien de su propia familia (ONU Mujeres).
En América Latina y el Caribe, se reportaron 2.864 feminicidios a lo largo de 2023 (MLF) y se estima que 736 millones de mujeres, 1 de cada 3, han sufrido violencia física o sexual al menos una vez en su vida (ONU Mujeres).
Bolivia continúa siendo uno de los países de la región con mayor número de casos: según datos de la Fiscalía del país, se han registrado 81 feminicidios a lo largo de 2023 y más de 42.000 casos de violencia de género, un incremento de 369 casos en comparación con el 2022.
En Pro Mujer, comprendemos que es esencial erradicar la violencia para construir un futuro próspero para las mujeres, sus familias y comunidades.
De esta manera, la organización sumó la prevención de la violencia basada en género como uno de sus ejes de acción prioritarios, lanzando Mujer Segura en Bolivia, programa que nació en 2020 durante el contexto de la pandemia por COVID-19 en el que los casos se incrementaron. La iniciativa nació con la línea gratuita y confidencial (800102414), diseñada para brindar contención, orientación y asesoría a mujeres en situación de violencia, incorporando posteriormente 3 oficinas de atención presencial en La Paz, El Alto y Villa Fátima.
En el mes de noviembre, en el marco del Día Internacional contra la Violencia Basada en Género, se celebró la apertura de 2 nuevas sedes de atención presencial en Santa Cruz, alcanzando un total de 5 puntos.
Desde su lanzamiento, Mujer Segura atendió más de 12.000 llamadas y asistió más de 3.000 casos en las sedes presenciales.
Adoptar acciones e incrementar la inversión destinada a su prevención, es uno de los grandes desafíos que tenemos por delante como sociedad. Próximamente, se espera la ampliación del programa Mujer Segura, con el objetivo de alcanzar a más mujeres latinoamericanas en situación de violencia.
