Cada vez, hay mayor evidencia concreta de que invertir en mujeres y creer en su potencial, representa una apuesta rentable para las instituciones financieras y la comunidad inversionista, por ello cada vez son más los grupos financieros, bancos y organizaciones que buscan incluir el enfoque de género en sus productos financieros, dando como resultado una tendencia innovadora en productos de deuda como un vehículo efectivo para cubrir las necesidades de financiación de las mujeres.
Los productos de deuda privada o private debt en inglés se refieren a los préstamos u otras formas de financiación de la deuda proporcionados por entidades privadas, como bancos, fondos de cobertura o empresas de capital privado, cuyo objetivo, es ofrecer alternativas a los productos de gobiernos o instituciones públicas para empresas y particulares.
En el marco del Foro GLI Latam, durante el panel “Productos de deuda para la igualdad de género” se discutieron estrategias para fortalecer el financiamiento con enfoque de género, los retos que enfrentan estas organizaciones para levantar capital, la justificación de negocio para el sector y las mejoras prácticas y programas en financiamiento de deuda en el contexto de América Latina.
Liderado por Cecilia Rabassa, Jefa División de Portafolio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la discusión fue construida por figuras clave del sector financiero latinoamericano: Verónica Gavilanes, Gerente General Adjunta de BancoSol; Alejandro de León, Fundador Microwd; y David Grey, Gerente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Pichincha.
Verónica Gavilanes inició la discusión hablando sobre la importancia de replantear la visión de las organizaciones desde una lógica de inclusión financiera, enfoque a la reducción de la pobreza y desarrollo sostenible. “Hemos construido todo modelo integral con siete focos de acción, 13 líneas y 48 indicadores claves en donde el ODS 5 corre transversalmente en el modelo. A partir de ahí se ha hecho una declaración muy clara de que nos interesa intencionalmente, cerrar brechas e impulsar el crecimiento de los negocios liderados por mujeres en Bolivia, acompañando su crecimiento y también ser una institución coherente en la parte interna y acompañar con muy buenas prácticas de igualdad, el desarrollo y las oportunidades de las mujeres de la organización”.
Después, Alejandro de León señaló el rol clave que tiene la excelencia de las mujeres en hacer que estos esfuerzos de financiamiento sean rentables y tengan repercusiones positivas en sus familias y comunidades:
“El mayor halago que puedo pensar para mis clientas es decir que gracias a ellas nuestra empresa es rentable…Hemos disparado el impacto social porque claro, una mujer revierte mucho más el dinero que gana sobre el crédito; invierte mucho más en la educación de sus hijos, mejora la casa, e incluso nos damos cuenta que le da trabajo al marido. Entonces, prestar a la mujer es invertir en la familia y en la comunidad. Nosotros lo que hacemos básicamente es invertir en mujeres extraordinarias”.
Adicionalmente, Alejandro destacó que el reto de Microwd siempre ha sido demostrar que las mujeres latinoamericanas pueden ser más rentables que otras inversiones, y que ese conocimiento y excelencia que se encuentra en la base de la pirámide se puede convertir en un producto de impacto social más rentable que la bolsa.
Por otra parte, David Grey señaló las brechas de financiamiento que existen para las mujeres en Ecuador, y cómo ha trabajado Pichincha por accionar en favor de la reducción.“En el Ecuador, el 53% de la población son mujeres, pero de ese 100%, solo el 50% accede a una cuenta bancaria, sólo el 8% tiene capacidad de ahorro y sólo el 15% puede acceder a un crédito. Cuando revisamos nuestra propia cartera, identificamos esta misma brecha que existe de financiamiento de hombres versus mujeres… Hoy por hoy, seis de cada 10 créditos se colocan en mujeres, y ya cerramos la brecha en micro finanzas gracias a esa intencionalidad. Pero el mundo no es perfecto, donde sigue la brecha es en PYMES, ahora en cambio estamos dirigiendo todas las agujas para apuntar a cerrar esa brecha.”
David también añadió cómo su producto “Crédito Mujer” busca facilitar tanto capacitaciones en educación financiera y temas de empoderamiento así como ofrecer condiciones diferenciadas: bajo análisis de riesgo y flexibilidades para el contexto ecuatoriano como lo es, no requerir firma del cónyuge para solicitar un crédito.
Para cerrar el panel, Verónica compartió sobre la importancia de la coherencia interna de una organización para alinear el compromiso con el género y la diversidad desde la junta directiva. “El liderazgo en la mesa, la diversidad de la junta, la diversidad en los temas del C Level son importantes; La diversidad necesita intencionalidad. Yo siempre digo, si quieres actuar en el mercado de la mujer tienes que ser intencional: trae a tus colaboradoras a la mesa; hay talento femenino en todas las organizaciones, demos la oportunidad, demos voz. La coherencia interna se trata mucho de capacitación y mucho de sensibilización.”
Por su parte, David hizo hincapié en el rol estratégico que tienen las instituciones financieras de impulsar el desarrollo de las mujeres y desbloquear su potencial como agentes multiplicadores y aceleradores del cambio.
“Como instituciones financieras, tenemos un brazo muy importante que es el del financiamiento. Si nosotros intencionalmente como instituciones financieras apoyamos al desarrollo de la mujer en nuestras regiones, en nuestros países, el aporte multiplicador, porque a través de dar independencia financiera, bancarización etc, estamos aportando a que esa mujer aporte el desarrollo de su hogar, y entonces esa mujer está pensando en educación, en salud, en mejorar la infraestructura de su hogar y piensa en desarrollo. La mujer tiene un chip de desarrollo en dónde está pensando más allá, piensa en su familia, piensa en su núcleo, piensa en cómo impactar positivamente en donde ella pueda”.