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Guadalupe Monserrat

15 agosto, 2018

Historias de Éxito

Clienta Pro Mujer MéxicoGuadalupe Monserrat es una mujer que vive en el municipio de Ecatepec, estado de México, tiene 29 años, está casada y tiene tres hijos de 12, 11 y 8 años, quienes estudian en nivel primaria.

Antes de entrar a Pro Mujer, Monserrat era empleada en una panadería, entraba a la 1 de la tarde y salía hasta las 11 de la noche, aunque ella y su esposo tenían un ingreso no les era suficiente ya que su hijo menor nació con asma y dermatitis seborreica, una enfermedad de la piel que requería cuidados intensivos y tratamientos muy costosos.

Los horarios que ella tenía en su trabajo no le permitían estar mucho tiempo con sus hijos, ya que cuando ellos llegaban de la escuela, ella tenía que irse a trabajar, lo que provocó que bajaran de calificaciones, además si tenía la necesidad de salir a alguna junta le descontaban el día.

Conoce Pro Mujer

Un día, una amiga la invitó a entrar a Pro Mujer, cuando escuchó el nombre de la institución le inspiró confianza porque el mismo nombre le decía que era una ayuda para las mujeres, entró y fueron varias cosas las que le gustaron: primero, que no tenía que depositar nada para entrar (ya que en otras organizaciones piden dinero), segundo que los préstamos aumentan conforme crezca el negocio, tercero que los pagos son catorcenales y cuarto, que al terminar de pagar se le regresa el 10% del préstamo solicitado.

Con su primer préstamo que fue de 3 mil pesos, compró una parrilla y trastes, comprar trastes nuevos le ilusionaba mucho pues sabía que era el principio de su negocio, así que empezó a vender en el puesto de una vecina que vendía postres, pero con el paso del tiempo, Monserrat vendía más que la vecina, y la señora molesta ya no le quiso prestar el espacio.

Su esposo la animaba para rentar un local pero a ella le daba miedo, temía que las cosas no le salieran bien, que lo que preparara no le gustara a la gente y también temía no poder pagar la renta, sin embargo pensar en que iba a tener más tiempo para sus hijos la motivó y decidió rentar un local, sus clientes la siguieron y cada día vende mucho más, hay días que tiene más de 100 clientes.

Monserrat comenta que con el préstamo de Pro Mujer su situación económica y familiar está mejorando. Con el tiempo, sus créditos han aumentado, en su segundo préstamo le dieron 5 mil pesos y en el tercero 10 mil.

Además del crédito, ella ha tomado consejería en temas de salud y se hizo el Papanicolaou, el servicio y la atención que le brindó el personal de salud le pareció excelente pues la enfermera se tomó su tiempo y disipó todas las dudas que la señora tenía.

Planes a futuro

Hoy Monserrat tiene un negocio donde ella es su propia jefa, si necesita ir por sus hijos a la escuela o salir a alguna reunión sabe que puede hacerlo pues sola administra también su tiempo. En el negocio le ayuda su esposo cuando sale de trabajar, pues abre toda la semana, las ganancias las vuelve a invertir y también toma para lo que necesitan sus hijos en la escuela, sobre todo en útiles y calzado.

Tener un negocio propio le está ayudando a mejorar su autoestima, ahora sabe que es capaz de hacer las cosas, cree que sin el apoyo de Pro Mujer le habría costado mucho más lograr lo que hasta hoy ha logrado. Monserrat comenta que le gusta mucho la enfermería y que hoy no puede estudiar porque los ingresos son para sus hijos pero sueña poder hacerlo algún día. También sueña tener algún día gente que trabaje en su negocio y dedicarse ella sólo a dirigir a los empleados.

Un mensaje que da a las mujeres es que se decidan a hacer las cosas y también agradece que Pro Mujer se interese en la salud de sus clientas pues en ninguna otra institución ha recibido ambos servicios a la vez.