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Fundación Kellog apuesta por las mujeres como habilitadoras para el bienestar comunitario

1 diciembre, 2022

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Establecida en 1930 con el objetivo de trabajar de la mano con las comunidades para allanar el camino de las infancias en su búsqueda de oportunidades escolares y laborales y en su vida, Fundación W.K. Kellogg se ha convertido en uno de los aliados estratégicos principales para Pro Mujer, gracias al trabajo conjunto que ambas organizaciones realizan en favor de las comunidades indígenas y rurales del sureste de México.

Apostando por el potencial de las mujeres indígenas y rurales de la región como habilitadoras del bienestar en las comunidades, Fundación Kellogg refrendó su compromiso con la igualdad de género participando como patrocinador en el Foro GLI Latam 2022 y encabezando la organización de un panel para discutir un tema central para la región: La equidad racial.

Dicho panel estuvo conformado por María Tuyuc, Fundadora de la red Mundial de Empresas y Negocios Indígenas; Mildre Ramírez, Fundadora de Receta Maya y Margarita López, Fundadora de Kip Tip, quienes durante su intervención hicieron énfasis en la importancia de involucrar a las mujeres indígenas en la construcción de programas y servicios orientados a incentivar su desarrollo, respetando su cosmovisión e integrando sus vivencias.

Dicha premisa forma parte del core de las operaciones de los proyectos conjuntos que Pro Mujer realiza de la mano de Fundación Kellogg en el sureste de México, por lo que en coordinación se realizó una investigación profunda de las mujeres emprendedoras del sureste mexicano que se encuentran en el segmento del Missing Middle.

La investigación “Empoderando a las mujeres a través de la independencia económica y el emprendimiento” que realizó la consultora Dalberg como parte de este proyecto, disponibiliza un contexto clave para entender la visión, las necesidades y las barreras a las que se enfrentan las mujeres que emprenden en contextos indígenas y rurales, principalmente respecto al financiamiento.

Los datos recabados demostraron que emprender se percibe como un camino incierto y costoso, sin embargo, los emprendimientos forman parte de los mecanismos de subsistencia de las mujeres y tienen el potencial para incentivar un cambio de mentalidad de las mujeres hacia el empoderamiento y la autonomía.

Dadas las condiciones geográficas, culturales y económicas, el acceso a financiamiento y a educación financiera de las mujeres se convierte en una barrera adicional para aquellas mujeres que buscan hacer crecer sus negocios, por ello es indispensable construir productos financieros que, además de incorporar la perspectiva de género se rijan bajo una mirada interseccional.

Con el objetivo de crear productos financieros que cumplan con estas características, la investigación logró identificar tres arquetipos de emprendedoras en el sureste de México: Pioneras persistentes, Creadoras desorientadas y Visionarias decididas.

Las primeras son aquellas que comenzaron su emprendimiento sin un camino recorrido, pero que han logrado multiplicar su impacto; las creadoras desorientadas son aquellas mujeres que cuentan con una visión más amplia respecto a sus posibilidades de emprendimiento sin embargo, sin la orientación adecuada les es complejo concretar sus ideas. Por último, las Visionarias decididas, son aquellas mujeres con una comprensión más aguda sobre las exigencias del mercado que crean sus negocios con objetivos claros; ellas tienen el potencial de convertirse en referentes para las nuevas generaciones.

Gracias a estos hallazgos, el proyecto conjunto de Pro Mujer y Fundación Kellogg que se rige bajo la mirada de la integralidad y la interseccionalidad, tiene el potencial de revolucionar la vida de las mujeres y por ende, generar impactos positivos y multiplicadores en las comunidades.