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Emprender como una forma de autonomía

28 junio, 2021

Historias de Éxito

Esta es la historia de Karla González, una empresaria en México y usuaria de Pro Mujer, que ha logrado desarrollar su potencial para transformarse y así impactar a su comunidad. 

A los quince años, Karla tuvo que suspender sus estudios de secundaria y buscar un trabajo para apoyar económicamente a su familia. Así llegó a un salón de belleza en la Ciudad de México donde apoyaba con la limpieza del negocio. En tan solo unos meses, Karla aprendió hacer cortes de pelo y aprovechaba cualquier momento para realizar un corte. Su jefe, se percató de su potencial al ver que realizaba un trabajo muy bueno sin tener la preparación y así es como empieza su mayor sueño de convertirse en estilista.  

Sin embargo, este sueño se truncó de manera temporal cuando su madre decidió enviar a Karla a donde vivía su tía, en Minatitlán, Veracruz, una ciudad al oriente a casi nueve horas de distancia desde la capital. Según Karla, su madre no permitía que Karla fuera como ella quería ser. “Yo quería maquillarme y ser una mujer”, nos comenta Karla. 

Según la encuesta sobre discriminación por motivos de orientación sexual identidad de género desarrollada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación en México, casi 3 de cada 10 personas de la comunidad LGBTQ+, han tenido que abandonar su casa antes de cumplir la mayoría de edad. Los hogares, suelen ser el origen de la discriminación y así como también la misma proporción de personas, ha sufrido violencia escolar por su identidad. 

Karla, trabajó como albañil y después como administradora de una pollería, para lograr pagar sus estudios en estilismo y adecuar un pequeño espacio con una silla, un espejo y algunos materiales para poder hacer cortes de pelo. A los 21 años, regresa a la ciudad de México y al año siguiente, monta su primer salón de belleza. Ssueño se estaba cumpliendo. 

“En ese momento pensé, tengo que regalarle su casa [a mi mamá]… Ahora ya tengo cursos y especialidades que son más de 40 diplomas”, nos comparte Karla. 

Con el apoyo de Pro Mujer ha logrado hacer crecer su negocio y muchos otros en los que estuvo trabajando, incluso, ha logrado adquirir varias propiedades, una de las cuales es la casa de su mamá. 

Karla buscó emprender para obtener su propia independenciaautonomía y así poder apoyar a su comunidad creando nuevas fuentes de empleo. Además, fue nombrada durante dos años consecutivos como promotora de los derechos de la diversidad sexual en Coyoacán en el 2007, por su compromiso y activismo. 

“Yo ya perdí el miedo a iniciar un nuevo negocio, a empezar de cero, si tengo que hacerlo, lo hago. Y también velo por mis trabajadoras incluso si se acercan y quieren quedarse con uno de los negocios adelante, yo sé que puedo iniciar otro en cualquier momento”– Karla González. 

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