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Apoyo Enfrente al Desastre

9 marzo, 2011

Español

Por Gonzalo Alaiza, Director de Pro Mujer en Bolivia

El sábado, 26 de febrero de 2011, una repentina actividad sísmica activó un “mega-deslizamiento” que devastó más de 345 hectáreas en la parte oriental de la capital de Bolivia, La Paz. Aunque no se reportaron víctimas, más de 6.000 personas fueron afectadas y aproximadamente 1.700 casas y edificios fueron dañados o destruidos.

Vista de la destrucción desde el deslizamiento de tierra que afectó a La Paz, Bolivia.

En respuesta a la crisis, movilizamos a nuestro personal y creamos paquetes de apoyo de estufas portátiles, ollas y sartenes, termos y garrafas de gas, para brindar a nuestros clientes que perdieron sus hogares y pertenencias.

El personal se reúne para elaborar estrategias de trabajo para la jornada.

Educadores de salud de Pro Mujer, oficiales de crédito y otros funcionarios viajaron a la zona y comenzaron la tarea de búsqueda de socias en necesidad. Nuestro equipo de salud proporcionó atención médica como chequeos, atención prenatal y pruebas de presión arterial para nuestras socias y sus hijos mientras nuestros oficiales de crédito y personal distribuían los paquetes.

Al recibir los paquetes, algunas socias expresaron su preocupación sobre cómo ellos y sus asociaciones comunales pagarían sus préstamos pero les aseguramos que no estábamos allí para hablar de sus préstamos. En su lugar les recordamos que somos una organización de desarrollo de mujeres interesada en su bienestar y no exclusivamente centrada en crédito.

Un miembro del personal de Pro Mujer proporciona apoyo emocional a una cliente.

El día fue largo y al final del mismo, estábamos todos física y emocionalmente desgastados. Las palabras de agradecimiento de nuestras socias y las sonrisas en sus caras fueron los mejores factores de motivación ese día. A pesar de que hicimos lo mejor que pudimos ese día para ayudar a muchos clientes y sus familias, fue evidente que no habíamos terminado nuestra labor. Por el contrario, está sólo empezando, queda mucho más por hacer.

Con asociaciones comunales como Siempre Unidas, Las Guerreras y Esperanza, sabemos que no defraudaran a sus nombres y sabrán superar esta tragedia. Estamos comprometidos a asegurarnos que lo hagan.